La Voz de Galicia.

La actuación de la Orquesta Sinfónica de Galicia, dirigida por Dima Slobodeniouk, cerró ayer en la catedral de Mondoñedo un «mágico» festival Bal y Gay, que acercó un año más la mejor música clásica a varios rincones de A Mariña. Más de 2.000 personas asistieron a los conciertos, con todas las entradas vendidas.

Música de Bach o John Adams sonó en la catedral mindoniense en el cierre de una octava edición que la directora del encuentro musical, Alba Rodríguez, calificó en una rueda de prensa de «muy positiva. Nuestro mayor éxito es la buena acogida del público», valoró.

Andrés Lacasa, gerente de la Orquesta Sinfónica de Galicia, aseguró que debido a la pandemia la agrupación musical -con 85 músicos- tuvo que tener «inventiva» para cumplir con las medidas sanitarias, y avanzó que el conjunto volverá a A Mariña en 2022, «esperemos que con un tamaño mayor y sorpresas».

Rodríguez prometió, de cara al año que viene, «continuar en la misma línea y seguir abriendo espacios» para «afianzar el festival y que A Mariña siga formando parte del circuito de la música clásica».

Además, avanzó que en septiembre comenzarán dos proyectos socio-educativos, ‘Operiña nas escolas’ y ‘Sinfónico no rural’. En el primero participará alumnado de cuarto y quinto de primaria de los colegios de Viveiro, Foz y Mondoñedo. El segundo está pensado para niños de siete a 14 años, y se celebrará en Barreiros, A Pontenova y Trabada.

«Con ‘Operiña nas escolas’ haremos una ópera en las escuelas: los niños cantarán, crearán el vestuario y la logística. La idea es acercar el repertorio operístico a los pequeños», indica Rodríguez. Con ‘Sinfónico no rural’ se creará una orquesta juvenil.

 El presidente de la Mancomunidade, Fran Cajoto, destacó que el festival es «un luxo» para la comarca. La teniente de alcalde de Mondoñedo, Elena Candia, celebró un proyecto «apaixonante» al que auguró «longa vida». También asistió a la rueda de prensa Enrique Rodríguez, presidente de la Fundación Bal y Gay.